martes, 25 de marzo de 2014

**LAS MISIONES DE LA NASA **<< Grandes aventuras espaciales >>

   
   
                       

Los primeros satélites


 (NASA)
La NASA reaccionó ante el éxito del Sputnik lanzando varios satélites en órbita alrededor de la Tierra. El primero de ellos fue el Explorer 1, equipado con un detector de rayos cósmicos.
Los datos del Explorer 1 fueron utilizados para identificar los cinturones de radiación de Van Allen y el impacto de los denominados micro-meteoritos. En 1970, después de más 58.000 órbitas, el Explorer 1 se incendió en la atmósfera de la Tierra.
Después del éxito inicial de los satélites Explorer, la NASA se enfrentó a toda una serie de fracasos con las sondas Pioneer. Todo ello sin olvidar que los soviéticos ya habían lanzado con éxito la sonda Lunar 2 para explorar la Luna.
La NASA tuvo que esperar hasta 1958 y 1959 para que las Pioneer 3 y 4 enviaran a la Tierra datos relacionados con la radiación e imágenes de la superficie lunar. Este éxito tardío alimentó la gran ambición de la NASA de enviar al primer hombre a la Luna. 

NACA

 (NASA)
La NACA, Comisión Nacional de Asesoría Aeronáutica, fue creada en 1915. Con una inversión inicial de 5.000 dólares al año, su objetivo consistía en supervisar y dirigir el estudio científico de los problemas de vuelo. Se desempeñó a lo largo de 43 años, estimulada por los desafíos de ingeniería relacionados con las dos Guerras Mundiales.
La NACA surgió en una época de gran desarrollo tecnológico global. La Primera Guerra Mundial se agravaba en Europa y los biplanos eran utilizados con frecuencia para misiones de reconocimiento que sobrevolaban las líneas enemigas. En 1915, Henry Ford produjo su automóvil número 100 y Alexander Graham Bell realizó su primera conferencia interurbana entre Nueva York y San Francisco.
La construcción de la primera instalación de la NACA, el laboratorio aeronáutico Langley Memorial, se inició en 1917. En 1922, el Túnel de Densidad Variable de Langley (VDT) comenzó a funcionar. Modelos de alas y diversos prototipos de aeronaves fueron encerrados en la cámara impermeable mientras el aire era comprimido “en la misma proporción del modelo que estaba siendo probado”.
El Túnel de Densidad Variable de Langley aportó valiosos datos para la teoría de las alas y su consiguiente extensión y forma. Fuera del laboratorio, la NACA también dirigió un programa de pruebas de vuelo a escala real.
De hecho, un antiguo proyecto se sirvió de datos de un túnel aerodinámico para el modelo Curtiss JN-4 "Jenny", que posteriormente fueron comparados con las informaciones obtenidas durante toda una serie de pruebas de vuelo que investigaban la elevación y la resistencia.
IVESTIGACIÓN
Cuando la NASA fue creada en 1985, heredó 43 años de investigación aeronáutica y desarrollo técnico de su antecesora, la NACA. La investigación se concentraba en proyectos de aeronaves experimentales, investigación de vuelos de alta velocidad, seguridad en el transporte aéreo y desarrollo de los satélites de comunicación y de observación de la Tierra.

Satélites de comunicación

 (NASA)
En octubre de 1945, el artículo de Arthur C Clarke "Retransmisiones extraterrestres: ¿Pueden los módulos espaciales ofrecer cobertura mundial de radio?" fue publicado en la revista Wireless World. Clarke presentaba una teoría sobre satélites geoestacionarios que al orbitar el planeta cada 24 horas podían retransmitir mensajes enviados a éstos, de un punto a otro de la Tierra.
Hoy en día, la “aldea global” es la descendiente directa de la teoría de Clarke. La NACA comenzó a trabajar con experimentos de telecomunicaciones a finales de 1950 y la NASA continuó con esta línea de investigación durante la década de los 60. En 1958, los Estados Unidos lanzaron el primer satélite de comunicaciones (SCORE).
El proyecto Echo continuó en 1960 cuando el Echo 1 se convirtió en el primer satélite de comunicaciones pasivas. Se trataba de un enorme globo de dos metros y medio que al ser posicionado en la órbita terrestre baja, reflectaba las señales que recibía, enviándolas de vuelta a la Tierra.
El satélite retransmisor Telstar, lanzado en 1962, se convirtió en el primer satélite que retransmitió imágenes en vivo a todo el mundo, con motivo de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Tokio de 1964.
En 1965 fue lanzado el Intelsat 1, también conocido como "Early Bird". Fue el primer satélite de comunicaciones comercial. Posicionado sobre el Atlántico, el “Early Bird” transmitió señales de televisión bi-direccionales entre Europa y Norteamérica por primera vez.

Antenas de Radio

 (NASA)
Además de los satélites de comunicación, la NASA desarrolló receptores de radio en tierra para detectar sus señales. En 1958, la enorme antena Horn fue construida para recibir las señales retransmitidas por el satélite Echo, en órbita alrededor de la Tierra.
En 1965, mientras utilizaban la antena Horn, los científicos Penzias y Wilson descubrieron accidentalmente la radiación cósmica de fondo de microondas, vestigio del denominado Big Bang (la teoría de la gran explosión) y de la rápida expansión del universo que se sucedió.
Inicialmente, Penzies y Wilson confundieron la señal con una interferencia supuestamente provocada por un grupo de palomas que vivían en el interior de la antena.
Sin embargo, los científicos habían realizado uno de los más significativos descubrimientos cosmológicos del siglo XX.

Aviones X

 (NASA)
El Centro de Investigación de Vuelo Dryden de la NASA es la cuna del programa de los aviones X. Originalmente, los aviones X eran aeronaves experimentales construidas únicamente para pruebas e investigaciones de vuelo.
Las pruebas de vuelo aún se realizan en el desierto de Mojave debido a sus condiciones de vuelo y visibilidad perfecta.
El primer avión X fue el Bell X-1, famoso por el ya histórico vuelo de Chuck Yaeger, que consiguió romper la barrera del sonido el 14 de octubre de 1947.
Los años 60 fueron testigo del nacimiento de una serie de aeronaves experimentales en Dryden. El X-20A Dyna-Soar era un avión espacial ideado para lanzar en órbita un cohete Titán II.
El proyecto de la pre-NASA pretendía crear un bombardero que pudiera entrar y salir de la atmósfera y así poder atacar a su objetivo virtualmente sin enfrentar oposición. Regresaría planeando para aterrizar en un aeropuerto.
Un prototipo no-volador completó extensas pruebas de vuelo en un túnel aerodinámico y seis pilotos, entre los que se encontraba Neil Armstrong, comenzaron su entrenamiento en 1961.
Sin embargo, el programa fue cancelado en 1963 después de entablar una feroz competencia de recursos con el entonces novedoso Proyecto Gemini, entre otros.
A pesar de que el programa X-20 nunca fue completado y ningún prototipo fue construido, gran parte del trabajo de éste fue aprovechado para el programa del transbordador espacial. 

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